Recursos catequésis Nuestra Señora de Monserrat
Según la leyenda, la primera imagen de la Virgen de Montserrat la encontraron unos niños pastores en el año 880, en la localidad de Manresa (Barcelona, España). Tras ver una luz en la montaña, los niños encontraron la imagen de la Virgen en el interior de una cueva. Al enterarse de la noticia, el obispo de Manresa intentó trasladar la imagen hasta esta ciudad, pero el traslado fue imposible ya que la estatua pesaba demasiado. El obispo lo interpretó como el deseo de la Virgen de permanecer en el lugar en el que se la había encontrado y ordenó la construcción de la ermita de Santa María, origen del actual monasterio donde se venera la imagen.
La imagen es una talla románica del siglo XII realizada en madera de álamo. Representa a la Virgen con el niño Jesús sentado en su regazo y mide unos 95 centímetros de altura. En su mano derecha sostiene una esfera que simboliza el universo; el Niño tiene la mano derecha levantada en señal de bendición. Con excepción de la cara y de las manos de María y el Niño, la imagen es dorada. Se comenta que el color negro de la cara de la Virgen y del niño se debe al calor que emitían las velas o cirios que se encendieron por años y años en su honor en el interior de la cueva, este calor poco a poco fue quemando las caras y manos, que tomaron ese color negro, color por el cual esta Virgen se ganó el apelativo popular de La Moreneta.